Mi padre, mi jefe mi macho
Mi padre, mi jefe, mi macho. Además de ser mi jefe, y de ser el marido de mi madre, también es el tío que me ayuda a aliviar mi erección cuando mi novio no me folla como es debido. Cada vez que mi coño asado necesita una polla, corro a su despacho, allí mismo, dentro de la empresa, porque sé que puedo contar con ese maravilloso y cabezón pollón que tiene para aliviarme dándome una paliza con su polla.
Como tenemos toda esta intimidad, no perdemos el tiempo con florituras y cháchara, le digo que quiero polla y me arranca la ropa allí mismo y me pone a mamar muy sabroso sobre su mesa, donde además me empuja hasta los cojones de la bolsa sin taparme siquiera la polla. Cuando me coge de lado y me aprieta los pechos puntiagudos, acabo volviéndome aún más loca y empiezo a gemir, y estoy segura de que los demás empleados acaban oyéndome entregarle mi coño dentro de la habitación, rogándole que me llene la boquita con su leitinho cremoso y muy caliente que me vuelve loca. Echa un vistazo al relato erótico prohibido «Mi padre, mi jefe, mi macho».