La hija de mi mujer ya no es virgen de culo

La hija de mi mujer ya no es virgen de culo. Mi hijastra quisquillosa Valentina ya me estaba tomando el pelo y pagándome frenéticamente durante mucho tiempo y hoy realmente se superó a sí misma y me dejó sin reacción. Ella sabía que yo ya estaba solo en la habitación y simplemente entró y ya me estaba atacando en la cama, pasando sus delicadas manos sobre mi polla y dejándome follando duro sin que pudiera negárselo. La traviesa agarró mi gran polla con deseo y cayó sobre su boca dando una mamada maravillosa que manchó toda mi polla y poco después la pervertida hizo cabriolas con su culito redondo y se puso a cuatro patas delante de mí, rogándome que me la comiera toda. Solía poner el coño rosado y delicioso que tiene y la perra todavía mostraba su culo ancho en mi cara, haciéndome más cachondo y más deseo por ella. La traviesa me estaba provocando tanto que me hizo correrme rápidamente e incluso me pidió que este semen estuviera dentro de su boca aterciopelada. Mira el cuento erótico «La hija de mi esposa ya no es virgen de culo».