Esperar a que todos salgan de la casa, para complacerme
Esperar a que todos salgan de la casa, para complacerme. Mi hijastra flaca y educada es en realidad la pervertida más grande. A ella le basta saber que ya todos se han ido de la casa y la zorra ya está encima de mí queriendo atraparme. Y ella viene de una manera que es muy difícil decir que no. Ella comienza a quitarse su lencería sexy frente a mí, desnudándose completamente, mostrando sus pequeñas tetas y su apetitoso coño carnoso y no hay forma de evitarlo. Inmediatamente saco la polla dando la boca aterciopelada de la assanhada y ella mama hasta con ganas. Su cachonda en mi polla es tan grande que no tarda mucho en correrse como un pervertido en celo mientras la estoy comiendo sin condón, tomándola con las piernas abiertas y dándole ese puñetazo hasta el fondo de su coño. Cuando es su turno de tomar el control de la cogida, ella se sienta con los brazos abiertos encima de mi polla y rebota incluso con la necesidad de hacer que me corra muy caliente con lujuria. Mira el cuento erótico «Espera a que todos salgan de la casa, para complacerme».